domingo, 19 de octubre de 2008

EL CORAZON ES FUEGO




EL CORAZÓN ES FUEGO

No conozco cual es la conducta razonable, porque después de todo nada importa, tu y yo estamos aquí para vivir o para morir, para cantar cuando podemos hacerlo o para morir, para respirar, comer, odiar, amar o para morir. Construyo el pesimismo conscientemente, lúcidamente sobre la base de observaciones objetivas de la realidad que sirvan para esclarecer el mundo. Este pesimismo puede ser positivo aun cuando uno camine hacia la muerte en una vida al borde del abismo donde están los muertos sin nombre, yo lejos de ti camino como un muerto más. Las gentes me miran o no me miran, si se tropiezan conmigo, se disculpan o me maldicen y no saben que guardo un dolor en mi alma. En las noches acaricio mis penas y les doy un poquito de alivio, me miran blandamente y unas lágrimas aparecen a punto de caer; a veces pienso que debería dejarlos que se vayan libremente en busca de su propia muerte; guardo las penas en mi alma desesperadamente encadenadas a mi sueño de libertad. Me estoy convirtiendo en fantasma, pero combato con coraje mi miseria espiritual a pesar de constatar a cada instante mi destino. Estas palabras secas, polvorientas, maltrechas por infinitas brisas estivales, que no rompan tu corazón de fuego aún cuando duela atroz dulzura en tu cuerpo lleno aún de sueños, de inocencia, que laten dentro de ti, en tu alma que nace cada día.

No hay comentarios: